Dejar ir.

Dejar ir y seguir adelante: puede ser una proposición aterradora. Indica que algo se termino, hace mucho, es pasado. Es la prueba de una verdad que es posible que no queramos reconocer, sabemos que existe lo reconozcamos o no. Reconocemos el proceso de las cosas a un ritmo diferente, y algunas veces no estamos dispuestos a hacer ese proceso por un tiempo muy largo. La pérdida y el dolor son parte de la vida, las cosas que tenemos que poder olvidar para seguir viviendo. A veces puede parecer imposible o insoportable, pero al final todo pasa, y sana.

A veces nos aferramos a las heridas, o peor aún, nos negamos a sanarlas. No podemos o no queremos dejar ir algo y nos olvidamos que está ahí hasta que un día de repente, nos obliga a enfrentarlo. Aferrarse a algo, es cargar con el peso y el significado de ello. Fue tan importante, tan grande, tan profundo, que no podemos alejarnos de el, nunca, o de lo contrario se desvanecería o olvidariamos su recuerdo de alguna manera. ¿Qué sucede cuando nos aferramos a una herida que siempre esta presente, unido por un hilo largo, largo, que nunca permite sanar o curar de una manera buena? (...)

A veces nos aferramos a la ira o el dolor que sentimos hacia otra persona o cosa. Yo solía creer que algunas cosas eran tan terribles que no podía ni debían ser perdonadas. Lo que no me di cuenta fue que la razón para perdonar o dejar de lado algo es algo que se hace por uno mismo, no por ellos. Para poder estar libre del dolor que me causaba: la ira, el dolor, el miedo. (...)

Experimentar la tristeza o el dolor es una de las cosas más difíciles de la vida. Se puede sentir interminable, agobiante, terrible, abrumador. Nunca es fácil. Pero va a terminar. Va a sanar. Aunque no parezca en el momento, un día volverás a ser feliz. Vas a ser más fuerte. Tu vida continuará y seguirá más allá de este punto. Nunca abandones tu futuro por vivir en el pasado. A medida que aprendemos, la vida revela una belleza inesperada. Yo creo que nuestras experiencias, no importa lo difícil que sean, pueden ayudarnos en el interior. Sólo tenemos que seguir adelante.

De Sarah May Bates